Arritmia




En la trágica Grecia estuve
paseando con Helena mientras
aprendía a leer sus ojos
flotando en el inmenso ponto
abismo-espejo brillante
de la mano de Goethe entro
al siglo XXI y caigo en
esta tarde con estruendo
de aviones y marchas militares
las máscaras no amplifican
las botas no avanzan -retrocenden-
no relucen y nos callamos
o hablamos de literatura que es
acaso lo mismo y bebemos

Camino bordenando el río que
iluminado ocultaba lo corrupto
pero las luces ya cesaron y es
una muestra de pudor o quizá
otra coincidencia con la
luna que se oculta el
mar que se ha retirado y
no quiere tocar la costa
se llevó el aire y no se oye
nada ni el silencio trato
de seguir el compas 4-2-7
pero me pierdo y busco el
puerto monto el bajel regreso
a Esparta con los fantasmas

3 comentarios:

Natasha Tiniacos dijo...

Qué coincidencia, José; es mi primera visita y me llevas a Grecia. Espero seguir el compás y también disfrutar la arritmia: nos seguimos leyendo.

Fedosy Santaella dijo...

las playas siempre nos llevan a otra parte

saludos

Mariuska Arapé dijo...

Querido José:
Excelente poema. Volvemos a los fantasmas, como habábamos antes. Y el aquí y el ahora qué. Nos han cercado. Nada reluce. Tendremos que salir por una hendija a lustrar nuestros propios soles. Besos,
mc