La letteratura è una difesa contro le offese della vita

(La literatura es una defensa contra la ofensa de la vida)

Cesare Pavese



Te encuentro allí
rodeado de notas
anuncios burocráticos y presupuestos
en aquella esquina mísera
en la que te colocaron
aquellos que ignoran
que Canoabo inicia colina abajo
donde asciende ese viento del Policastro
con olor a naranjas y sudor

Tu imagen blanca en esa esquina
es el símbolo evidente de la catástrofe

No me atreví a tocarte
pero mirándote quise -por un momento-
contarte del aire tibio del mar
de la luna en creciente
sobre el golfo nublado
de los vicoli que llevan siempre
al mismo sitio

Porque
a pesar de que las estaciones pasen
las cosas vayan y vengan
se arrinconen los bustos
y se cerquen los senderos
tus versos permanecerán
para aquellos que entiendan
que el poema comienza
en el gajo de una naranja




A Vicente Gerbasi
Honrado y humillado en Vibonati

Las tres voces de la poesía

La primera voz es la del poeta hablando consigo mismo, o con nadie. La segunda es la voz del poeta que se dirige a un auditorio, grande o pequeño. La tercera es la voz del poeta cuando intenta crear un personaje dramático que hable en verso; la del poeta cuando no dice lo que diría en persona, sino sólo lo que puede decir dentro de los límites fijados por un personaje imaginario que se dirige a otro personaje imaginario.


Hanni Ossott
fragmento de "Las tres voces de la poesía"
Manuscrito inédito, notas de clase, Escuela de Letras UCV


¿Cuál es la voz que habla en estos túneles digitales?

Darfur

De vez en cuando los chorros de realidad te ayudan a abandonar el cómodo terreno de las abstracciones y las noches. En Venezuela vivimos un drama: la literalización de los mitos, gran peligro. Mientras tanto, el hambre aquí y el hambre allá lucen invencibles ante la razón y el sueño utópico parece, acaso, la única salida: "Ah! bwakawa pouss, pouss".


tempus tacendi et tempus loquendi, tempus dilectionis et tempus odii

tiempo para rasgar y tiempo para coser;
tiempo para callarse y tiempo para hablar;
tiempo para amar y tiempo para odiar;
tiempo para la guerra y tiempo para la paz.

Eclesiastés 3, 7-8



El perdón no acaba
con los recuerdos
el olvido es tan sólo un simulacro
los flash-back se siguen editando
detrás de mi cuello

la proyección se inicia
de improviso
en medio de la noche
sobre el telón frío del miedo
y hay que controlar la arcada

el chocolate es buena terapia
se mastica lentamente
junto con sorbos de café

pero hoy en el fondo de la taza
se proyectó la escena 15 toma 6

el teléfono estaba a mi lado
podría haber llamado
gritar hasta quedarme sin voz
pero es mejor mantener el odio
bajo llave

(tempus tacendi et tempus loquendi,
tempus dilectionis et tempus odii
)

y rogar que muera
con nosotros

I died for beauty, but was scarce


Morí por la belleza, pero estaba
ajustada precariamente en la tumba,
vecina a la que ocupaba
otro que murió por la verdad.

Me preguntó suavemente por qué caí
"por la belleza", contesté
"y yo por la verdad", me dijo,
"las dos son una sola y nos hermanan".

Así, como parientes nos encontramos una noche
hablamos de cuarto a cuarto,
hasta que el musgo alcanzó nuestros labios,
y cubrió nuestros nombres.


Emily Dickinson
I died for the beauty, but was scarce
Traducción José M. Ramírez

Viscoso y tibio


¿Qué será de ti hasta que amanezca?
¿Quién sostendrá contigo el peso de la noche
para que no te aplaste bajo su dominio?

Rafael Castillo Zapata


abres los ojos
no encuentras diferencia
es igual de oscuro
viscoso y tibio

pero aprendes a
tocarte la nariz
pararte en un solo pie
caminar en línea recta

poco a poco
manos y pies a la vez
piruetas y más piruetas
de noche y de día

- ¿noche o día? -

la clave está
en hacer que el alma
deje de asomarse a la piel
y se vaya recogiendo
hasta ubicarse
digamos
en la hipófisis
o en algún otro
órgano abstracto

es fácil entonces
seguir instrucciones
aceptar consejos
¿qué más da?



Escuché la mar
en tristes momentos,
escuché los vientos
y me eché a llorar

Ana Enriqueta Terán


Me ofreces sólo
la posibilidad del desamparo
un epígrafe que a la vez
es epitafio

Qué me pides
que ya no te haya dado

Te llevaste con el viento
todas mis palabras
y me has devuelto
sólo los lamentos

Hilo sonidos que invocan
mis temores
y una precariedad
omnipresente